viernes, septiembre 23, 2005

La Iglesia católica no cambiará


No deja de llamar la atención ese doble juego tomado por la Iglesia católica una vez más. El último hecho destacado es la postura del papa Benedicto XVI (el Gran Inquisidor).

Después de que Bravo Mena entregara sus credenciales al pontífice, éste alabó el papel del gobierno mexicano en su lucha contra el narcotráfico. En las hemerotecas podemos revisar las declaraciones de Benedicto XVI de hace un par de semanas donde no opinaba lo mismo.

La Iglesia católica no se ha caracterizado por su coherencia antes ni ahora. En esta misma semana el obispo de Aguascalientes daba su visto bueno a las narcolimosnas aunque más tarde sus superiores eclesiásticos dijesen lo contrario.

Como pruebe de su doble discurso vemos que la Institución lucha a capa y espada contra los matrimonios homosexuales por su defensa a la familia pero ellos mismos no son capaces de practicar esta costumbre.

Resulta paradójico (o quizás no tanto) que la Iglesia católica luche contra las novedades ateas sin ton ni son. Y nos resulta desconcertante que algunos practicantes católicos luchen contra el matrimonio homosexual o la investigación con células madre por el desorden moral que estas novedades traen pués ante estos actos no entendemos cuáles son las reglas del orden moral católico que dicen defender.