Con atención leo la entrevista ofrecida por José María Aznar a El Universal. Antes que nada.... El señor Aznar critica a un gobierno que da marcha atrás a la enseñanza obligatoria de religión. Comprenderán que esta hecho es algo inaudito en un país europeo del siglo XXI, máxime si consideramos que a pesar de que la religión católica es mayoría hay otras minorías importantes como la musulmana o un núcleo importante de ciudadanos que desean impartir a sus hijos una enseñanza laica. Quizás haya quien entienda su actitud cuando observa que una parte importante de su gabinete era miembro del Opus Dei.
Aznar también critica que el actual gobierno español esté antes con Europa que con Estados Unidos. De repente olvida el espíritu proeuropeo y confunde lo que es el mantenimiento de una óptima relación con los aliados (EEUU) con el apoyo incondicional de actitudes tan equivocadas como se puede ver día tras día. No sé cómo se sentirá Aznar cuando recurre a las hemerotecas o a las videotecas y ve su imagen, dirigiéndose hacia la Cámara de Diputados afirmando la existencia de “armas de destrucción masiva” y con ello dando legitimidad a la invasión de Irak.
No olvidemos algunas privatizaciones confusas ante los ojos de la mayoría. Por mencionar un caso, hablemos del caso de Telefónica cuyo presidente fue Villalonga, amigo de pupitre de Aznar, hoy retirado en Miami.
No olvidemos la pésima gestión de la catástrofe del Prestige. Tanto el gobierno autonómico (del PP) como el gobierno del Estado infravaloraron los hechos del derramamiento de este petrolero y se les hizo fácil no recibir al barco en puerto español antes de su naufragio para después decir que las 70 000 toneladas de petróleo transportadas quedarían “solidificadas” en el fondo del mar. Por supuesto, eso no ocurrió y fueron cientos los ciudadanos de toda España quienes prestaron sus manos para limpiar el chapapote. Aznar tardó meses en aparecer por Galicia.
El señor Aznar sigue manteniendo que su gobierno realmente creía que el terrible atentado del 11-M fue obra de ETA y que estas bombas fueron lanzadas para tumbar a su gobierno. De esta manera, aún hoy en día su partido no ha asimilado la derrota y como ex presidente del gobierno cuestiona una y otra vez los resultados de las elecciones que tuvieron lugar el 14 de marzo de 2004.
Pienso que el primer mandato de José María Aznar fue aceptable. Sin embargo su segundo mandato estuvo caracterizado por la falta de diálogo y una alta prepotencia. Abusaron de la mayoría absoluta que el pueblo español otorgó al Partido Popular. Sin embargo, su sucesor (elegido de una forma muy democrática, a dedazo) sigue la misma línea del enfrentamiento, de la bronca. Así no tienen ningún impedimento para criticar abiertamente el matrimonio entre homosexuales o para criticar la reforma de los Estatutos de algunas regiones aunque la mayoría en las Cortes acepte el diálogo y la negociación.
La economía española sigue creciendo a altas tasas, los afiliados a la Seguridad Social logran récords históricos mes tras mes. La burbuja inmobiliaria se va desinflando (aunque no lo suficiente, dicho sea). La inversión en educación, en I+D ha aumentado de manera considerable y España sigue unida a pesar de los pesares.
Quizás Aznar confundió su papel pues parecía olvidar que era un presidente de Gobierno quien debía su puesto a la voluntad de los españoles y no un jefe de Estado absolutista. Me quedo con la imagen de un José María Aznar sentado al lado de George W. Bush, ambos con los pies sobre la mesa.
